11 de abril de 1977
La desaparición de
Esteban Andreani
Poco antes del mediodía me llamó Sarita para avisarme que Esteban
no había vuelto a la casa, ella y los demás compañeros que vivían
allí se preparaban rápidamente para abandonar el lugar. Sarita era
Sara Fagnani, la compañera de Esteban, y éste era Esteban Andreani,
trabajador telefónico que junto con ella participaba de la Lista
Rosa. El compromiso militante de ambos se había incrementado tras la
detención de Omar Andreani, hermano de Esteban, a principios de
octubre de 1975. También Omar militaba en AVANZADA, y lo apresaron
en el momento en que realizaba una pintada en homenaje al Che
Guevara. Lo que podría haber sido una detención por una infracción
menor se convirtió en un prolongado encarcelamiento, las torturas y
la causa armada extendieron el encierro hasta que llegó la dictadura
en 1976. Después ya no hubo nada parecido a algo que pudiera
llamarse justicia.
Esteban visitaba a su hermano en el lugar de detención, durante un
año y medio concurrió semanalmente a la cárcel, pero después del
golpe de estado el hostigamiento a los familiares de los presos se
volvió insoportable. En marzo de 1977 Esteban y Sarita dejaron de
concurrir al trabajo en el Edificio República, por unos días
estuvieron viviendo en la casa paterna en Morón, pero tampoco allí
podían sentirse seguros. Tenían un hijo pequeño y esperaban otro
en los próximos meses, la decisión fue salir del país en cuanto
pudieran reunir algo de dinero. Se propusieron vender un coche, y
aquella mañana del 11 de abril de 1977 Esteban había ido hasta el
garaje donde lo guardaba. A partir de ese momento desapareció; su
madre inició los trámites para tratar de ubicarlo pero todo fue
infructuoso. Unas semanas después Sarita salió del país y se
presentó al ACNUR en Río de Janeiro, allí pidió asilo y reprodujo
las mismas denuncias que la madre de Esteban efectuaba en buenos
Aires. El refugio le fue concedido por el estado sueco y desde Europa
siguió reclamando por la aparición de su compañero.
Un mes y medio después de la desaparición de Esteban el diario La
Nación reprodujo un extenso comunicado militar; allí se hablaba de
un supuesto enfrentamiento armado en el que habían sido muertos
varios subversivos. La historia era tan increíble como las que hoy
arman los mismos servicios y los mismos medios cómplices. Según el
relato oficial el día 25 de mayo –curiosa manera de festejar el
aniversario patrio- las fuerzas represivas enfrentaron a un grupo de
militantes de distintas organizaciones guerrilleras que se
encontraban reunidos en un chalet en la localidad de Monte grande.
Entre los abatidos se mencionaba a Esteban Andreani y se lo
presentaba como integrante del Movimiento Revolucionario Che Guevara.
Leímos el relato en la edición del 29 de mayo del diario de los
Mitre, pero es necesario hacer otro comentario. Al regresar del
exilio traté de encontrar una copia de esa publicación, pero tanto
en las colecciones guardadas en la Biblioteca del Congreso como en la
Biblioteca Nacional los ejemplares conservados tenían una versión
más resumida de la noticia. Allí no figuraban los nombres de los
compañeros que fueron asesinados. Supongo que ese día salió a la
calle más de una edición (algo normal en la época) y que nosotros
tuvimos la edición en la que la nota no había sido recortada.
Muchas veces pensé en consultar el archivo del diario, pero habría
necesitado tener contactos de los que yo carecía.
Vuelvo ahora a la desaparición de Esteban. Pasaron varios años sin
que se supiera nada de él; aunque su nombre había aparecido en un
comunicado oficial ninguna fuerza represiva informaba sobre el
presunto enfrentamiento ni sobre el paradero de los restos. El
persistente reclamo de familiares y Organismos de Derechos Humanos
permitió ir descorriendo el velo de silencios y complicidades.
Memoria y justicia consiguieron abrirse camino trabajosamente, las
investigaciones y los juicios fueron aportando datos invalorables.
Así pudo conocerse que el 23 de mayo de 1977 una decena y media de
secuestrados que se encontraban en el Centro Clandestino de Detención
El Vesubio fueron informados de que serían trasladados y
“blanqueados”.
Desde El Vesubio los llevaron hasta una casa ubicada en Boulevard
Buenos Aires 1151, localidad de Monte Grande, y allí los asesinaron
en la madrugada del 24 de mayo. Los 16 fusilados fueron Esteban
Andreani, Luis Gemetro, Luis Fabbri, Catalina Oviedo de Ciuffo,
Daniel Ciuffo, Luis de Cristófaro, María Cristina y Julián Bernat,
Claudio Giombini, Elísabeth Käsemann, Rodolfo Goldín, Mario Sgroy,
Miguel Harasymiw, Nelo Gasparini y otras dos personas que permanecen
sin identificar.
Cuando se realizó la reconstrucción del múltiple crimen en
diciembre de 2010, el área de Derechos Humanos de la Municipalidad
aportó el testimonio del comandante de bomberos que intervino en el
levantamiento de los cuerpos y su posterior enterramiento en una fosa
común en el cementerio de Monte Grande. En mayo del año pasado, al
cumplirse un nuevo aniversario de la masacre, fue colocada una
baldosa conmemorativa frente al edificio donde se produjo la matanza.
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