martes, 15 de diciembre de 2020

El hombre que calculaba (4)

 Venía hablando sobre la cantidad de personas por metro cuadrado en una manifestación. Sé que mis números tiran abajo las expectativas de mucha gente de buena fe. Todos nos hemos acostumbrado a leer y escuchar cifras enormes, pero la principal función de los medios no es informar sino moldear el pensamiento de las personas. Esto último suena muy escéptico, eso me hace sentir como el tipo que le dice a un chico que los Reyes magos son los padres. Por eso voy a dejar para otro momento lo de la función de la prensa como formadora de conciencia social, y voy a seguir con lo del número de personas en una concentración.

Tito Paoletti me había dicho que en un metro cuadrado no cabían más de cuatro individuos. Pero él tampoco es el malo de la película, probablemente lo había leído en algún trabajo especializado, porque fue por los años ’60 cuando Herbert Jacobs, profesor de periodismo de la Universidad de California, realizó los cálculos. Según se dice, quería saber cuántos eran los que se manifestaban en las calles contra la Guerra de Vietnam, hizo observaciones y sistematizó los números que debieran ser tenidos más en cuenta.

En lo que consideraba una “manifestación fluida” la distancia entre los concurrentes era de aproximadamente el largo de un brazo. Eso le daba como promedio unos 10 pies cuadrados para cada manifestante, traduciéndolo a nuestro sistema de medición es algo menos de un metro cuadrado por persona. Si la separación era menor a un brazo, digamos algo así como desde el hombro hasta el codo, la superficie disponible para cada persona es de menos de un metro cuadrado, 4,5 pies cuadrados en el sistema de medición yanqui. Y apretándose todavía más (“corriéndose al fondo que hay lugar”) llegamos a los mágicos 4 concurrentes por metro cuadrado.

Hagamos ahora un ejercicio matemático; algo nada demasiado complicado, un cálculo que se puede efectuar con los conocimientos de la escuela primaria. La Avenida de Mayo tiene unos 1.300 metros de largo desde su nacimiento en la calle Bolívar hasta su conclusión en la Plaza Lorea. El ancho de la calzada, el lugar por donde se marcha, tiene 17 metros, por tanto su superficie es de 22.100 metros cuadrados. Esto puede desconcertar a muchos amigos, pero toda la Avenida es apenas más grande que la Plaza de Mayo y las calles que la circundan. Alguno puede enojarse pensando que le estoy escamoteando espacio, que no cuento las veredas, pero como no quiero ganarme más enemigos de los que ya tengo, tomemos los 30 metros de ancho que van de pared a pared. Aun así la superficie total de la Avenida es de 39 mil metros cuadrados.

Completemos la idea. Si pudiera hacerse una movilización a todo lo largo de la Avenida, desde Bolívar hasta Plaza Lorea, y ocupando de pared a pared, suponiendo que fuera lo que Jacobs llamaba una “manifestación fluida”, el total de asistentes serían 39 mil personas. Un buen número sin duda, aunque no dejaría conformes a los organizadores. Hinchar las cifras es una especialidad de todos ellos, usan el mismo tipo de levadura que los fabricantes de índices de inflación; porque, seguramente, habrán oído hablar del “IPC del Congreso” o del “índice góndola”.

Pero no voy a meterme con eso; vuelvo al tema que venía desarrollando y hago un simple comentario. He participado en muchas manifestaciones, recorrí la Avenida de Mayo desde el Congreso hasta Plaza de Mayo en más de una oportunidad, sin embargo no recuerdo ninguna movilización que avanzara ocupando de pared a pared, entre otras cosas, porque es imposible hacerlo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario