La normalización (IV)
En la nota anterior reproduje parte de una conversación con Diego
Pérez, el representante de la minoría por Buenos Aires. El Quinto
Congreso de la Federación fue tortuoso y amañado desde antes de
empezar; la elección de los delegados congresales se hizo con la
proscripción del peronismo (probablemente también de los
comunistas), ni la mayoría ni la minoría de Buenos Aires tenían en
sus filas a simpatizantes de esa fuerza política. A ese pecado de
origen se sumó otra maniobra oscura; en los congresos anteriores las
Delegaciones (entidades que por su número de afiliados no alcanzaban
a ser consideradas Seccionales) podían asistir a las deliberaciones
como oyentes, tal vez en algún caso se les permitiera el uso de la
palabra, pero no tenían representantes con derecho a voto. Así iba
a ser también en el Quinto Congreso, pero, según la versión de
Diego Pérez, a último momento el interventor de la Federación
resolvió que las Delegaciones también contaran con representantes,
y eso desequilibró totalmente el desarrollo del encuentro.
No dispongo de ningún documento oficial, supongo que la designación
de delegados de esas entidades menores debió estar sujeta a la misma
lógica que los delegados de las seccionales, ser elegidos en sus
lugares de origen por el voto de los afiliados. Si fue así, esos
delegados debieron estar en los planes de la intervención ya en las
elecciones de febrero. Pero dejando de lado este problema, lo
concreto fue que hubo representantes por las delegaciones y que
fueron 16. En ese Congreso se eligió el Secretariado que quedó
constituido por
Héctor Andreatta, Secretario general
Teobaldo Tombessi, Secretario adjunto
Ángel Pravisani, Secretario administrativo
Diego Pérez, Secretario de prensa
Manuel Dopazo, secretario de relaciones gremiales
José Piacentini, Secretario de actas
Osvaldo Soliveres, Luis Bruno y Néstor Álvarez, suplentes.
- ¿Qué me podés decir de Tombessi?
A tombessi lo conocí en la época de la intervención en FOETRA. Él
venía como representante de La Plata, estaba considerado como el
gorila número 1 y era el gorila número 1. No es que no fuera
peronista, él era antiperonista. Después, si lo sacabas de allí,
era un buen tipo, y hasta un buen compañero.
No sé qué le habrían hecho, pero tenía un rechazo visceral al
peronismo. Era un tartamudo bastante inocentón que se portó muy
bien durante todo el conflicto. Después, el que le movió el piso
fue Monserrat, que ya había sido dirigente en La Plata antes de la
revolución. Éste le tomó el sindicato en el 58 (me parece que
todavía no había asumido Frondizi). Nosotros, desde la Federación,
le mandamos como interventor a Tejada, De San Juan. Tejada era
peronista, pero los de Monserrat igual lo fajaron.
Después de eso, cuando se hicieron las elecciones,
ganó Monserrat, y Tombessi desapareció de la historia sindical.
- ¿Y de Pravisani?
Pravisani era un hombre del interior, de Santiago del Estero, que,
por entonces, era de capital privado. Él ingresa en el secretariado
porque era uno de los pocos, que viniendo de una empresa de capital
privado estaba a favor nuestro. Todos los demás estaban alineados
con Buenos Aires.
Lo propusimos como Secretario Administrativo porque era un compañero
que compartía nuestros puntos de vista. Y, de paso, le restábamos
algunos votos a Buenos Aires.
- Y vos, ¿cómo llegaste al secretariado?
Bueno, nosotros integrábamos la minoría de Buenos Aires. Teníamos
7 delegados congresales y, los compañeros de la Azul, me propusieron
para que integrara el secretariado. Además a nosotros nos interesaba
la parte de Prensa y Propaganda porque nos parecía que allí nos
podíamos desenvolver mejor; acordate que ya habíamos estado allí
con la intervención. Entonces, a pesar de que nos habían ofrecido
la Secretaría Adjunta, pedimos que nos mandaran a Prensa.
- De Dopazo, me dijiste que él ingresó por las delegaciones.
Exactamente. Ellos lo propusieron para el secretariado. Era un buen
compañero; muy capaz, pero, después de participar en el
secretariado, no supe más nada de él.
- ¿Y José Piacentini?
Él ingresó por Rosario. Era un compañero de mantenimiento, creo
que de Construcciones, un buen obrero. A él lo designaron sus
compañeros de rosario.
Bueno, en todos los casos la designación ya venía del sindicato. El
mismo Andreata venía nominado por Standard. Allí no hubo ninguna
designación individual. Incluso, en nuestro caso, la propuesta la
decidimos en una asamblea de la Azul.
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