lunes, 30 de octubre de 2017

1957, la huelga grande de los Telefónicos (XXI)

La normalización (IV)

En la nota anterior reproduje parte de una conversación con Diego Pérez, el representante de la minoría por Buenos Aires. El Quinto Congreso de la Federación fue tortuoso y amañado desde antes de empezar; la elección de los delegados congresales se hizo con la proscripción del peronismo (probablemente también de los comunistas), ni la mayoría ni la minoría de Buenos Aires tenían en sus filas a simpatizantes de esa fuerza política. A ese pecado de origen se sumó otra maniobra oscura; en los congresos anteriores las Delegaciones (entidades que por su número de afiliados no alcanzaban a ser consideradas Seccionales) podían asistir a las deliberaciones como oyentes, tal vez en algún caso se les permitiera el uso de la palabra, pero no tenían representantes con derecho a voto. Así iba a ser también en el Quinto Congreso, pero, según la versión de Diego Pérez, a último momento el interventor de la Federación resolvió que las Delegaciones también contaran con representantes, y eso desequilibró totalmente el desarrollo del encuentro.
No dispongo de ningún documento oficial, supongo que la designación de delegados de esas entidades menores debió estar sujeta a la misma lógica que los delegados de las seccionales, ser elegidos en sus lugares de origen por el voto de los afiliados. Si fue así, esos delegados debieron estar en los planes de la intervención ya en las elecciones de febrero. Pero dejando de lado este problema, lo concreto fue que hubo representantes por las delegaciones y que fueron 16. En ese Congreso se eligió el Secretariado que quedó constituido por
Héctor Andreatta, Secretario general
Teobaldo Tombessi, Secretario adjunto
Ángel Pravisani, Secretario administrativo
Diego Pérez, Secretario de prensa
Manuel Dopazo, secretario de relaciones gremiales
José Piacentini, Secretario de actas
Osvaldo Soliveres, Luis Bruno y Néstor Álvarez, suplentes.

- ¿Qué me podés decir de Tombessi?
A tombessi lo conocí en la época de la intervención en FOETRA. Él venía como representante de La Plata, estaba considerado como el gorila número 1 y era el gorila número 1. No es que no fuera peronista, él era antiperonista. Después, si lo sacabas de allí, era un buen tipo, y hasta un buen compañero.
No sé qué le habrían hecho, pero tenía un rechazo visceral al peronismo. Era un tartamudo bastante inocentón que se portó muy bien durante todo el conflicto. Después, el que le movió el piso fue Monserrat, que ya había sido dirigente en La Plata antes de la revolución. Éste le tomó el sindicato en el 58 (me parece que todavía no había asumido Frondizi). Nosotros, desde la Federación, le mandamos como interventor a Tejada, De San Juan. Tejada era peronista, pero los de Monserrat igual lo fajaron.
Después de eso, cuando se hicieron las elecciones,
ganó Monserrat, y Tombessi desapareció de la historia sindical.

- ¿Y de Pravisani?
Pravisani era un hombre del interior, de Santiago del Estero, que, por entonces, era de capital privado. Él ingresa en el secretariado porque era uno de los pocos, que viniendo de una empresa de capital privado estaba a favor nuestro. Todos los demás estaban alineados con Buenos Aires.
Lo propusimos como Secretario Administrativo porque era un compañero que compartía nuestros puntos de vista. Y, de paso, le restábamos algunos votos a Buenos Aires.

- Y vos, ¿cómo llegaste al secretariado?
Bueno, nosotros integrábamos la minoría de Buenos Aires. Teníamos 7 delegados congresales y, los compañeros de la Azul, me propusieron para que integrara el secretariado. Además a nosotros nos interesaba la parte de Prensa y Propaganda porque nos parecía que allí nos podíamos desenvolver mejor; acordate que ya habíamos estado allí con la intervención. Entonces, a pesar de que nos habían ofrecido la Secretaría Adjunta, pedimos que nos mandaran a Prensa.

- De Dopazo, me dijiste que él ingresó por las delegaciones.
Exactamente. Ellos lo propusieron para el secretariado. Era un buen compañero; muy capaz, pero, después de participar en el secretariado, no supe más nada de él.

- ¿Y José Piacentini?
Él ingresó por Rosario. Era un compañero de mantenimiento, creo que de Construcciones, un buen obrero. A él lo designaron sus compañeros de rosario.
Bueno, en todos los casos la designación ya venía del sindicato. El mismo Andreata venía nominado por Standard. Allí no hubo ninguna designación individual. Incluso, en nuestro caso, la propuesta la decidimos en una asamblea de la Azul.

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